Los emprendedores peruanos se enfrentan a un escenario complejo e incierto, teniendo como principales barreras la falta de fondos y la crisis económica, según la última encuesta de Ipsos. Por ello, no alcanzar el éxito suele ser un temor razonable. Norberto Hosaka, director de Emprende UP y creador de marcas como Hanzo, Wasabi, Tom Davis y Katsuya, detalló cómo una gestión adecuada del miedo puede ser beneficioso para los emprendedores.
Para Hosaka, el miedo al fracaso puede ser un elemento que paralice el emprendimiento antes de haber iniciado, pues, en ocasiones, la idea de magnificar lo que se pierde lleva al emprendedor a desistir de la inversión. No obstante, también puede impulsar o promover ciertas prácticas y decisiones para ser más eficientes y enfocados en el core del negocio, como evaluar las pérdidas de modo consciente para tener una visión realista.
“¿Qué es lo peor que puede pasar si lo que vamos a implementar en la empresa o el mismo proyecto no sale como se espera? Yo recomiendo a los emprendedores que incursionan por primera vez a que tengan controlada la pérdida. ¿Cuánto es lo que estás dispuesto a perder y qué pasaría si pierdes ese monto?”, señaló el director de Emprende UP, agregando que, si bien las personas se pueden enfrentar al dolor y la tristeza, con este ejercicio pueden dimensionar el fracaso.
Contemplar dicha situación es necesario, según Hosaka, dado que es una realidad bastante frecuente antes de alcanzar el éxito. Por lo mismo, recomendó tomar estas experiencias como aprendizajes. Asimismo, instó a centrarse en las acciones de los emprendedores y no en el entorno que escapa de nuestro control. Hacer lo último, en su perspectiva, es perjudicial dado que se relega la responsabilidad del fracaso a terceros.
“Uno tiene que hacerse una introspección y pensar ¿qué faltó?, ¿en qué falló la idea que yo propuse?, ¿falló la implementación?, ¿fallé en el proceso de selección? Entonces, si tú analizas el porqué fallaste, para tu siguiente emprendimiento vas a poder hacerlo mejor, pues no vas a cometer los mismos errores del pasado. Pero si le echas la culpa a las circunstancias, volverás a emprender con los mismos errores de la primera vez y te irá mal otra vez”, puntualizó.
El enfoque positivo hacia el fracaso también puede ayudar a un empresario y a su equipo a construir un negocio más exitoso y resistente. A consideración del director de Emprende UP esto sucede en el sector tecnológico, por ejemplo, donde la tolerancia al fracaso funciona como la búsqueda en un pozo de petróleo. “Mientras más sigas cavando o te topes con pequeños fracasos, encontrarás un tesoro, como una aplicación, un programa o un software que va a demandar el mercado”, aseveró Hosaka.
Un caso de éxito a punta de “fracasos”
En esa línea, el también emprendedor compartió su propia historia en el sector gastronómico, que se impulsó a partir de emprendimientos que no funcionaron en su momento.
“En el 2007, junto a mis socios, decidimos abrir un segundo Hanzo en la avenida La Mar. Entonces, en esa avenida no funcionaban nada más que talleres de mecánica, y nosotros entramos con un restaurante tres veces más grande que el que teníamos en Surco, con un alquiler tres veces más caro, que necesitaba tres veces más personal, sin miedo al fracaso. Ahí estuvo el error, no valoramos qué pasaría si nos iba mal. Al año nos dimos cuenta de que ese negocio no iba”, comentó.
Sobre esa experiencia, Hosaka rescata que si bien perdieron dinero, aprendieron sobre la implementación que debía tener su propuesta. Entonces, desde la innovación y la creatividad, nació Wasabi, un restaurante que consideró las ventajas y desventajas de la iniciativa anterior, que le sirvieron para emprender sus siguientes negocios. En ese afán extrajo otras consideraciones, como analizar bien la ubicación, la oferta gastronómica o los hábitos de consumo de sus clientes.
Las iniciativas del empresario, que tienen más de 15 años en el mercado de la comida japonesa y nikkei, también han requerido una visión más allá de lo empírico. En esa línea, se refirió a los emprendedores, incidiendo en la necesidad de capacitarse para disminuir el miedo a perder: “Mientras el emprendedor esté más preparado tomará mejores decisiones. ¿Cómo vas a decidir sobre marketing digital si no sabes de redes sociales? ¿o en gestión si no conoces los números que te da el contador?”, enfatizó.